Las imágenes han dado ya la vuelta al mundo: un grupo de militantes patriotas ha boicoteado esta tarde el acto de celebración de la Diada en la sede de la Generalitat de Cataluña en Madrid. Alrededor de las 19.30, unas quince personas -algunas encapuchadas o con la cara embozada- se han presentado en las oficinas del Gobierno autónomo catalán, en la calle Blanquerna, han lanzado gases lacrimógenos y han producido destrozos en la librería del centro, cuya puerta de cristal ha quedado inservible. Al menos tres personas han resultado heridas leves por inhalación de los gases y han sido atendidas de urgencia por los servicos del Samur.
Los patriotas, que portaban banderas españolas sin el escudo constitucional, enseñas de la Falange, de DN o de la formación Alianza Nacional, han lanzado gases lacrimógenos al interior de la sede de la Generalitat mientras coreaban consignas de "Viva España" y "No nos engañan. Cataluña es España". En la refriega, al menos una persona ha resultado contusionada. La acción de sabotaje ha durado aproximadamente dos minutos.
Unas ambulancias han acudido para atender a los asistentes que lo necesitaban. Entre las personalidades presentes, el senador del PNV Iñaki Anasagasti y el diputado de UDC en el Congreso Josep Sánchez Llibre, que se ha encarado a uno de los jóvenes y ha sido zarandeado por ellos. Otros diputados como Teresa Cunillera (PSC) resultaron afectados por los gases, aunque no tuvieron que ser atendidos. También un cámara de TV3 ha sido empujado por los agresores.
El acto institucional, que se debía celebrar en el interior de la delegación catalana en Madrid y al que asistieron alrededor de 60 personas, se retrasó durante media hora y tuvo que ser trasladado a un patio del edificio. A la hora de reanudarse el acto, varios furgones del Cuerpo Nacional de Policía habían acudido al lugar para proteger a los organizadores.
Ricardo Sáenz de Ynestrillas condena el acto: "siento asco, repugnancia y vergüenza ajena"
La prensa nacional ha criticado duramente la acción, calificando a los asaltantes de 'nazis', 'falangistas', 'fascistas', 'ultraderechistas' o incluso 'terroristas'. El líder de la antigua AUN, y conocido activista nacional, Ricardo Sáenz de Ynestrillas, se sumaba públicamente a la condena a través de su perfil personal en las redes sociales:
"Repugnante y bochornosa la actitud de varios militantes y jefes de microgrupos ultraderechistas hoy, tirando la señera al suelo, intimidando a la gente como matones de barra americana, rompiendo cosas y lanzando gases lacrimógenos. ¡¡¡NO SON FALANGISTAS!!! SON LA REACCIÓN DE TODA LA VIDA. Siento asco, repugnancia y vergüenza, AJENA, por supuesto".
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