En defensa de la familia.
Frente a la acuciante política de acoso y derribo que padece la
institución de la familia y el terrorífico auge de la cultura de la
muerte, propongo un desarrollo legislativo que incluya una reforma
constitucional y estatutaria que garantice los siguientes puntos:
1. El reconocimiento y protección de la vida humana desde su
concepción hasta su muerte natural. Considerar el derecho a la vida como
un valor supremo en nuestra sociedad y como prevalente en caso de
colisión con otros derechos civiles.
2. La dignidad de todos los seres humanos.
3. La prohibición de abominaciones como el aborto, el uso de
embriones y células madre embrionarias para cualquier fin que pueda
costarles la vida o menoscabar su dignidad, la clonación humana, la
eutanasia o la pena de muerte.
4. Reconocimiento del matrimonio exclusivamente como la unión de un hombre con una mujer.
5. Una política activa a favor del matrimonio y la familia. Facilitar
el acceso a la vivienda, promover guarderias, ayudas económicas para el
fomento de la natalidad, playas familiares, residencias para la tercera
edad, erradicación de la telebasura…
6. El Estado del bienestar. Especial énfasis en garantizar una sanidad, educación y transporte públicos y de calidad.
7. El reconocimiento de la importancia de las raíces cristianas en la historia y cultura de Europa.
8. La libertad religiosa y de culto. El respeto a las creencias
religiosas, a su participación en la vida pública y a la objeción de
conciencia por motivos religiosos.
9. Prohibición de la blasfemia. Será considerada un delito, como lo son la injuria o la calumnia.
10. El retorno a las buenas costumbres, los valores y la moral.
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